el lado activo del infinito

lunes, 27 de julio de 2009

Sobre un manto de estrellas una historia te contaré IX

La vida del árbol se ocultaba bajo la tierra. Se preguntó una cigarra dónde duermen nuestras sombras por la noche; la escuché y ya no pude seguir durmiendo. Aún bajaba por mi piel, el fiel reflejo de una caída voraz. Resplandecía ella pese a las estrellas, hasta que su brillo, por fin, menguó en una cálida noche de muchas ramas y poco cielo.

Seguí sus huellas tibias,
pero entre el barroso dolor

del miedo más profundo,
se perdió o la perdí.
Giré
cientos de esquinas
con la esperanza de encontrarla.

El mundo indiferente
ni una pista me lanzaba
y las
paradas mudas
disfrutaban de mi desconcierto.

Mi barrio me vio volver
con la cabeza gacha, los hombros

encogidos.
Aun así salgo buscarla,
a romper las paredes

de este inútil laberinto.

Avivé el fuego sobre las ramas secas y aún así nada ocurría, sucedía cada tanto el susurro aterrador de un viento vacío de mensajes, brotaba cada una hora, el estruendoso chirrido de un motor sin cuerpo, esperando tener a dónde ir. Latía en las venas que recorrían mi sienes, latentes desesperanzas de un mundo derrumbado por el desconsuelo, palabras que viajaban por el infinito, letras y letras conjugadas con el simple afán de destruír los sueños que tan frágiles se sostienen en las miradas más profundas.

A veces me siento desdichado
esperando no sé qué,
por qué por qué,
pero es tan lindo encontrarte...
quizás
sea una verdadera locura

Sobre nuestros techos penosos descansan las certezas de un mundo más justo. Muchas veces duermen allí esperando que las tomemos, he aquí, intentando no morir de soledad, no morir verde, no morir; o sí, pero sumarme serenamente al estrecho quebrado del firmamento, un lugar más allá del infinito.
La princesa ya debería estar llegando.


martes, 21 de julio de 2009

Desnudo para siempre

La noche aspira a guardarme algún misterio
y como un extraño salgo a caminar,
por las calles silenciosas del suburbio
va mi alma.
Solitario entre el mundo
y las veredas viejas.

Buenas noches me digo y me invito a beber,
estamos solos, me dije, y te advierto
de nada sirve mentirse a uno mismo
el propio espejo y la puerta al saber quien soy
se abrió y me dejó
desnudo para siempre.

Salí por el paso más metálico de la noche,
a un viaje de encuentro con mi extraño
y la magia cautiva de su interior
detonó la bomba
más preciada de los sentimiento
al rozar con mi alma.

Buenas noches me digo y me invito a beber,
estamos solos, me dije, y te advierto
de nada sirve mentirse a uno mismo
el propio espejo y la puerta al saber quien soy
se abrió y me dejó
despedazado por mil partes.

domingo, 5 de julio de 2009

Atravesando todo límite

A las montañas del noroeste Argentino
te dirigiste hermano,
dejando grabado por siempre
en mi corazón aquel fuerte abrazo.

Donde mostraste tu íntima conciencia
de guerrero impecable
que marcha firme a cumplir su destino
sin nada a nadie deber.

Pasó el tiempo y sin saber nada de vos,
corrimos a buscarte.
Soñé con verte libre a la luz del sol
y sé que lo lograste.

Más sólo fueron testigos esas inmensidades.
Historia triste fue vernos vencidos
y sin hallarte volver,
tener que volver.

A enfrentar caras de gente que no entiende
y que con burlas justifican su ignorancia,
olvidando que la pesadilla
suele hacerse realidad, y ¿ahí que pasa?
¿Qué es lo que pasa?

Que el viento lleve esta canción a tus oídos
salvando distancias,
y que en tu estrella observes que aun sigo de pie.
Es mi esperanza.

Sigo intentando andar el camino
para el cual me formaste.
Y aunque sin vos se ha tornado muy duro,
no me dejaré vencer.
¡No te fallaré!

Es mi egoísmo el que se rebela a perderte
y mi alma a no saber cuál fue tu suerte
Hermano mio, solo resta decirte
que jamas te olvidaré.
Tenlo presente.