el lado activo del infinito

martes, 24 de abril de 2012

Hache.

Los ojos que ven carroña corren a distancia,
y ven en su presa ya muerta la herencia de un gran rey.
Ya no hay miedo la carne está asegurada,
el palacio en el testamento dormirá bajo tu aliento.

El alma inducida sonríe ante el miedo
y deja a la lujuria invisible de pavor.
Esperando bajo la ducha a la dulce voz,
dulce voz que esconde otra pasión.

Allí va tan seguro, asegurado.
Cruzando por la ley del gusano,
oruga vil metal en sueños etéreos
 de un eterno carnaval.

Sacando de la galera excusas,
tarde las tardes ¿donde estará?
ya ni se lo pregunta
sueño de uno para dos.

Alrededor se desarman los modales,
no dejaste alma que te aprecie,
tecnoamigo, inmaculado, falso postor.
 Amigo del rey, título: camaleón.

La princesa llora en el asfalto,
derrama lo único que puede,
reza por el infinito.
Por vos, por nosotros.

Allí va tan seguro, asegurado.
Cruzando por la ley del gusano,
oruga vil metal en sueños etéreos
de un eterno carnaval.

domingo, 1 de abril de 2012

Madagascar

Deprisa que los vientos se agotan,
que mi barba ya es blanca;
que mis pies se derriten.

Súbita demencia, mezcla de polvo
y viento.
Que mi barba ya es blanca
y que ya no hay aliento.

Súbito, júbilo, represión.
Mente suburbana,
en la tierra de dios
y el diablo. Sumisión.

Revuelo chillón,
salto de cerdo,
remolinos de allá.
Que mi barba ya es blanca.

Mi Dios, esos ojos,
mi vida esos pies.
Mi alma ese cuerpo,
olvido, el destierro.

El desengaño del planeta,
vos
mi orden galáctico,
vos.
Que mi barba ya es blanca.

Dame un poco de tu aliento.
Por favor...