el lado activo del infinito

viernes, 6 de marzo de 2009

Costa Gavras

Son las dos mil cuatrocientas veintinueve del día sábado. Mis retinas terminan de palpitar la célebre película de Costa Gavras. Espero el incesante precipicio de las precipitaciones, mas sé que no regresaran por un prolongado tiempo. La luna tajeada, guiño de la noche y hoy sonsa responsable de la exclusividad de mis nostalgias. Las hojas de la copa más alta del árbol más alto, aún se mecen indiscriminadamente. Allí descansa un nido. El pavimento es semejante a un río seco, sigo sorprendido, espectáculo gesticular, Gavras en el semblante; la gratuidad de mi soledad no atrae forasteras. El eco del rugido me levanta de la cama, el motor imparable de una bestia senil amenaza mis delicados movimientos, la veo venir y no la distingo, solo creyendo se crea ¿será que Dios nació después del hombre? ¿quien es el vómito de quien? A esta altura del arte no sé cómo pintar la realidad. Son las dos mil cuatrocientas cuarenta del día sábado. Sigo masticando la impotencia del derrotado revolucionario: ser que nace en cada alba. Caigó seco y como perro que volteó la olla apunto mis ojos a la luna, no hay más caso, derechito a la salitasaludprimera. El médico de guardia revisa y revisa, no hay más que hacer, solo sufrirla. ¡Qué sencillo para usted! le dije. Olvidala, me dijo. Imposible, le dije. No hubo más que regresar a la trinchera, las bombas invisibles se alimentaban de los silbidos. La noche tornó su pulso en rigor, la luna mas coja que nunca. Son las veinticuatro mil cuarenta y siete del día sábado. Aún susurra Costa Gavras, aún la luna busca su retazo perdido, aún sigo herido, aún la copa mas alta del árbol más alto se mece, aún el médico recibe pacientes, aún el motor se acerca, aún descansa el nido, aún sigo derrotado, aún no hay forasteras, aún es sábado, aún Dios vomita al hombre y aún el hombre vomita a Dios, aún espero las precipitaciones, aún no sé cómo pintar la realidad... aún... y aún así, sabiendo lo que sé y lo que será, sé que mañana seré, aún, un hombre nuevo.

No hay comentarios: