el lado activo del infinito

domingo, 23 de noviembre de 2008

La magia y la locura

Sin saber que el fuego estaba ahí
la magia y la locura se quemaron,
se fundieron sin razón
sin más razón que la de ser.

El azar los sorprendió al fin,
Dios crupiere de esta ruleta vida
dejó un llanto a la princesa magia
y un destino incierto a la locura sin fin.

Infinitos pensamientos se entrelazan
¿Qué es la locura? sino más que ver más allá
¿Qué es la magia? sino un pedazo de locura
¿Dónde termina esto? ¿Quien puede saberlo?

Y si ahora la magia es más que la locura
el mundo se da vuelta hasta el techo,
se multiplica la sensación de la ternura
y no queda otra que existir por vos.

La magia y la locura se abrazaron
y al pie de una montaña comprendieron
al destino roto para el descocido
a la sangre siempre para el vino.

La magia no se conocía en primavera
la locura creía saber más de ella,
el mundo observaba absorto
la génesis: una vieja y repetida tregua.

La magia obraba con miedo su engaño
el esquivo a su real sentimiento,
la locura sucumbía en la desdicha
de saber la realidad y la mentira.

La vida incomprendida desolación
encontró ambos desiertos en expansión
fascinó la magia terrible ardor
de bravura que emanaba su fiel corazón,
lloró el cielo al menos una vez
sabiendo la triste vuelta de este camino
circular.
La locura maldice el triste azar
le duele no comprender al fin la realidad
ve una magia que jamás se deja de atar,
sigue sus tibias huellas y sus ansias de libertad.

Ambos desiertos, eternos abismos
no comprenden que no hay azar;
magia y locura
eterno conjuro de un peldaño más,
camino dorado al norte empedrado
cualquier dirección ya es igual.

Sin saber que el fuego estaba ahí
la magia y la locura se quemaron,
se fundieron sin razón
sin más razón que la de ser...

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